El valle del Elqui atrae a multitudes, en parte gracias a leyendas y cuentos urbanos ligados al misticismo. ¿Cómo, cuándo y dónde parte esta historia? En este post trataremos de dilucidarlo. Escrito y publicado en el 2009 en el antiguo blog Conexiones ya desaparecido, lo republico aquí actualizado con nuevos datos recopilados el 2022.
Todo partió en Rivadavia
En Rivadavia se unen los ríos Turbio y Claro, pequeños torrentes que conforman aquí el río Elqui y cuyos nombres definen la diferente calidad de sus aguas. La especial confluencia en este punto de ambos cursos fluviales ha sido comparada como la unidad entre el Ying y el Yang orientales. Este poblado se encuentra rodeado de hermosas montañas por lo que vale la pena detenerse a la vera del camino para observarlas. La Ruta 41 sigue directo hacia la frontera, pero en este lugar también hay un desvío hacia el valle del río Claro, la otra cuenca donde se encuentran lugares más visitados del valle (Paihuano, Montegrande, Cochiguaz, Pisco Elqui, Alcohuaz).
En Rivadavia fue donde nació la leyenda del turismo místico. Según informes orales que he recogido, en la década de los años 70 la Gran Fraternidad Universal (grupo de carácter esotérico seguidores del francés Serge Raynaud de la Ferrière) fijó este lugar como el punto donde nacería alguien especial para la humanidad. La leyenda quedó olvidada con el tiempo y hoy pocos recuerdan detalles. Se dice que en esa época vinieron los primeros Lamas desde el Tíbet y nace el concepto que el centro magnético de la Tierra se iba a trasladar desde los Himalayas a Elqui, desde el paralelo 30 Norte al paralelo 30 Sur. Coincide también con la noción del nacimiento de la Era de Acuario por parte de otros grupos. En La Serena, recuerdo que hasta fines del años ochenta la Gran Fraternidad Universal tenía su sede en una modesta casa que se ubicaba en la calle Amunátegui.
Los precursores: Serge Raynaud de la Ferrière y Helena Vacarezza Klemen
Casi todo el material que da origen a la leyenda y que décadas más tarde eclosiona con el surgimiento del misticismo en el valle elquino se puede rastrear en los escritos de este francés. Así profetizó Serge Raynaud de la Ferrière en el año 1947:
"La Era de Aquarius empieza otra vez, y las tierras de Sudamérica volverán a reactivarse, en una dinámica evolutiva verdaderamente revolucionaria a lo largo de la cordillera de Los Andes, que resultará en una verdadera "columna vertebral" del planeta, por donde circularán las energías telúricas, que harán que los humanos se regeneren, y surja una nueva civilización como sucedió en el pasado".
Serge es conocido ya mundialmente y uno de los puntos de inflexión de su vida es ese mismo año 1947 donde declara haber conocido a un maestro chino, fechas coincidentes con sus publicaciones acerca del nacimiento de la Era de Acuario y el desplazamiento energético y espiritual desde los Himalayas a los Andes sudamericanos:
“Confiado en que no hay el Fin del Mundo, sino más bien el fin de ‘un mundo’, esperamos el establecimiento de una Nueva Edad que se perfila después de algunos años: la Era de Acuarius. Una vez las polaridades magnético-espirituales se van encontrar cambiadas y es hacia el 30º de latitud Sur que se dirigirán nuestras miradas: eterno renovamiento de la humanidad en evolución”.
"Se sabe que los Centros Espirituales del mundo cambian de lugar según las Grandes Eras que marcan los Ciclos de la Humanidad, y que es así como hoy en día poco a poco, los Santuarios de Asia desaparecen para dejar lugar a los Colegios Iniciáticos de la América del Sur, que se manifiestan para simbolizar la Nueva Edad (Época Acuariana que ha comenzado en 1948), y marca el ciclo de los 2.000 años que vendrán”.
Aunque de carácter menos universa, otra precursora de los conceptos que configuraron décadas después la fama mística de Elqui fue la chilena Helena Vacarezza Klemen, quien fundó en 1927 el grupo esotérico llamado "Hermandad del Pacífico" que se reunía privadamente en Coquimbo y Santiago. Sus enseñanzas y visiones proféticas recién comenzaron a ver la luz en la década de 1970, a través de los integrantes de la hermética organización. Ellas guardan misteriosa similitud con lo dicho por Sergé Raynaud de la Ferriere:
"El Valle del Elqui era una suerte de nuevo centro espiritual del mundo, pues el eje místico de la Tierra se había trasladado desde el Tíbet hacia esta región, siguiendo un desplazamiento desde el paralelo 30º Norte, en los Himalayas, al 30º Sur, en los Andes, y particularmente en esta región interior de la cuenca del río Elqui”.
También, esta es la fuente de ese rumor que señalaba que en el área de Rivadavia nacería un nuevo Avatar a quien se le llamaría El Niño del Perdón. En el año 1974, los integrantes de la agrupación que llegaron a ser unas 400 personas de La Serena, Coquimbo, Santiago y Elqui, se reunieron en el balneario de La Herradura - Coquimbo - para proclamar el nacimiento de este Niño del Perdón. El relato figura en el libro "Los iluminados del Valle del Elqui" del investigador de sectas Juan Guillermo Prado. El supuesto avatar, hijo de una de las integrantes del grupo, no reveló posteriormente los signos que se le atribuían, causando una crisis al interior de la fraternidad. Helena Vacarezza falleció a los 90 años a inicios de la década de los ochenta. Sin duda, algunos elementos que desde los años cuarenta formaban parte de las reservadas enseñanzas de esta mística, ayudaron a permear con estas ideas a otros grupos y personas. En la agrupación también se habló del del traslado del eje de la espiritualidad planetaria, la conexión con el Tíbet y la visita de lamas de los Himalayas que preparaban el camino.
Algunas otras versiones hablan que una de las naves de las misiones NASA pasó sobre este valle y captó un punto luminoso y energético, lo que dio origen a la leyenda de la alta concentración de energías en Elqui. Nada de eso se ha podido confirmar con datos fidedignos. De todas formas, las versiones se fueron transmitiendo de boca en boca y salieron de las fronteras de la región y el país. Eso atrajo a los primeros "afuerinos" que vinieron a establecerse al valle. La unión de los ríos Turbio y Claro, justamente en la localidad de Rivadavia, simboliza para ellos el Ying y el Yang del planeta.
Visita desde la India
En el año 1978 visitó por primera vez el valle del Elqui el Maestro Vasant (Shree Vasant Vithal Paranjpe). Cabe destacar que el maestro Sri Vasant es considerado el padre de la Terapia Homa en el mundo e impulsor del Agnihotra, MahaMritiunyaja, Gayatri y el Rudram. Nació en Puna, India en 1921 y falleció a fines del año 2008. En 1970 recibió la instrucción de su maestro Shree Gajanan para difundir el Agnihotra y el mensaje del V Sendero de los Vedas por todo el mundo. También le encargó escribir un libro en inglés con debido fundamento científico sobre la materia. Ello lo materializa en 1971 con la publicación de la obra Grace Alone.
Conviene recordar que la Terapia Homa es un técnica de sanación proveniente de la Medicina Ayurvédica y está basada en la ejecución de fuegos bioenergéticos. Homa es una palabra del idioma sánscrito y se emplea como sinónimo de Yagnya. Éste es un término técnico que se emplea para expresar el proceso de purificación del aire a través de la acción del fuego. "Tú sanas la atmósfera y, recobrada su salud, la atmósfera te sana a ti", señalan sus practicantes para explicar la idea central de la Terapia Homa.
A su vez, el Agnihotra es "el fuego bioenergético básico y más potente de la Terapia Homa" y proviene de los Vedas. El Agnihotra capta en una pirámide de cobre las radiaciones revitalizadoras, regeneradoras y sutiles del sol durante su salida y puesta, luego la distribuye a su alrededor. Esto se realiza con fuego, acompañado de mantras. Las cenizas que quedan después de realizadas las respectivas ceremonias pueden ser usadas en el aire, suelos, agua, plantas, animales y seres humanos para establecer un equilibrio bioenergético en toda la naturaleza. Sus propiedades son limpiar un área de patrones negativos que dominan la mente, liberador de adicciones y purificador del aire y el agua.
En muchos lugares de Elqui la práctica de la Terapia Homa y el Agnihotra ha continuado, la que luego se expandió a otras partes del país, especialmente por grupos y comunidades vinculadas con prácticas provenientes de la India y el Tíbet.
Por esos años, la "Comunidad de la Madre Cecilia" (Cecilia Rodríguez), desde donde parte la leyenda, ya estaba instalada en Cochiguaz proveniente de la localidad de El Belloto, donde se formó, en las cercanías de Quilpué. Esta comunidad, la primera en establecerse en estas tierras, tenía vinculaciones con la ya mencionada Gran Fraternidad Universal, por lo que es probable que algunos conceptos hayan surgido de esas influencias, como también de la visita del Maestro Vasant.
Vasant busca un lugar en Elqui para iniciar el trabajo de lo que sería uno de los tres puntos de energía del planeta, junto a otros en la India y Polonia. El sitio elegido corresponde a El Colorado, en Cochiguaz, donde se situó la comunidad con el apoyo de la familia Canihuante, propietaria de esas tierras. "Con el cambio de milenio y la era cósmica, de Piscis a Acuario, las energías magnéticas y espirituales de la tierra han sido transferidas de 30° Norte (Tíbet) a 30° Sur (Elqui)" ... "Antes de este cambio, el centro magnético de la Tierra estaba ubicado en el Tíbet, en los Himalayas, y por los anteriores 2.000 años la Tierra estuvo bajo la influencia de Piscis", explica una monografía sobre el maestro Vasant.
El punto de luz planetario
Hay una web chilena (en inglés), que no publica la fuente de la información, donde se afirma que "en 1967, astronautas de la misión Gemini detectaron puntos brillantes de los Andes. El más brillante de ellos fue en el Valle del Elqui. "La luz espiritual se ha trasladado a esta región en América del Sur. Esto ha sido confirmado por la historia de los lamas, los monjes del Tíbet, que dice que los monjes se establecieron en los Andes en esta región, construyeron un templo sagrado protegido por una barrera magnética por lo que es inaccesible para los demás", se señala allí.
Más adelante, sostiene que "en 1982, la fuerza magnética de la Tierra se mide por medio de satélites por primera vez. El mapa de Magsat mostró un excelente punto de energía positiva entre el 27 y 33 de latitud sur. El Valle del Elqui se encuentra en el centro de ella".
Sin embargo, ninguna de las aseveraciones citadas anteriormente son posibles de demostrar en documentos respaldatorios. El mapa Magsat efectivamente existe, pero el "punto de energía" señalado no es comprobable. Tampoco en lo referente a la "misión Gemini", cuyo último vuelo tripulado se registró en noviembre de 1966 por lo que es poco probable que lo narrado sea verídico.
Las comunidades y la literatura
La eclosión del Elqui en el imaginario colectivo tuvo su punto cúlmine entre 1985 y 1987 cuando se anunció el paso del cometa Halley. Hacia estos años ya se habían consolidado las primeras comunidades y también familias y buscadores independientes, tanto en Cochiguaz como Montegrande y Alcoguaz. Una de ellas, la más importante, fue la instaurada por la llamada "Madre Cecilia", como se mencionó anteriormente. En ella hubo gran sincretismo y creó expectativas y rumores. Se cuenta que arrastró a sus interpretaciones sobre OVNIs, religión y profecías a muchos conocidos lugareños que cedieron terrenos y vendieron bienes. La historia termina después de anunciar la "Madre Cecilia" un "arrebatamiento" que no sucede. Su paradero es desconocido a partir de ese momento. Pese al descrédito y el desbande que produjo en la principal comunidad, algo quedó en el ambiente y el mito se convirtió en leyenda urbana, hasta hoy.
La "Hermana Gladys" fue un poco la continuadora de esa comunidad fundadora en Cochiguaz, aunque con otro enfoque, y pervive hasta el momento con su trabajo que la ha llevado a ser conocida en amplios círculos.
Coincide en esos años el interés mediático por el fenómenos del valle y sus comunidades. La periodista Malú Sierra escribe el libro "Elqui, el cielo está mas cerca", donde hay testimonios del movimiento que comienza a surgir; el escritor Enrique Lafourcade por su parte, escribe una crónica en su leída columna del cuerpo Reportajes de El Mercurio. Escéptico, Lafourcade visita la comunidad de la "Madre Cecilia" y concluye que lo mejor que encontró fue el pan amasado que preparaba su anfitriona. A partir de esa experiencia publicó "Los Hijos del Arco Iris", donde profundiza en el mundo de este Elqui ochentero.
Según señala el ingeniero Sergio Alcayaga en una crónica sobre OVNIs y sucesos paranormales en la localidad de Cutún: "La época de esplendor del valle fue por los años 80, ya que fue elegido como lugar predilecto por grupos contactistas de tipo extraterrestre para llevar a cabo reuniones de carácter espiritual, y desarrollar técnicas de comunicación con los que ellos denominaron "Hermanos Mayores". La mayor parte de la historia del valle en la época de los 80 se puede encontrar en el libro "Elqui, el cielo está mas cerca" de la periodista y escritora chilena Malú Sierra".
Otro libro que relata el contexto de la época es "El Levantamiento" de Mikaela de Salvington, donde es posible inferir también los contactos de la "Madre Cecilia" con la Misión RAMA del peruano Sixto Paz Wells, quien visitó Cochiguaz varias veces. Lo mismo hicieron otros famosos gurúes, investigadores y personajes.
El cometa Halley
Puedo afirmar que es en marzo de 1986, previa mediática cobertura, que el valle se consagra como el sitio elegido para ver el paso del cometa Halley, despertando en el imaginario popular la carga mística del Elqui. Miles de personas llegaron a todos sus rincones. Me tocó vivir esa experiencia. Sin hoteles u hospedajes suficientes, muchos pernoctaron en vehículos y carpas. Televisión Nacional montó un espectáculo artístico, estilo New Age en la ladera de un cerro habilitada como espectacular anfiteatro, el que fue transmitido en directo a todo el país.
El lugar elegido fue Punta Azul, sector que trece años más tarde fue inundado por las aguas del actual Embalse Puclaro. Recuerdo a Alberto Plaza y a Alvaro Scaramelli como algunos de los artistas que actuaron esa mágica noche. Décadas más tarde nos enteraríamos que hubo un planificado interés gubernamental por promover el paso del Halley en Elqui, para distraer la mirada sobre los difíciles momentos políticos que se vivían.
Lo cierto es que el paso cometa Halley por Elqui no fue lo espectacular que se había anunciado y sólo con prismáticos, desde un lugar muy oscuro, fue posible distinguir su pálido brilllo. No obstante, fue el empujón final para que Elqui comenzara a capturar el interés de los chilenos. Así nació la primera infraestructura hotelera y de servicios. Por entoces, aún la ruta asfaltada sólo llegaba hasta Rivadavia y hacia el interior era una odisea transitar por estrechos caminos de tierra plagados de "calamina" o "serrucho". Por esos mismos años nace el modesto restaurant Halley, que con el paso del tiempo se convirtió en el más popular de Vicuña. Antes, allí sólo eran dignos de visita la Hosteria de Vicuña y el tradicional Club Social.
La Nueva Era
Hacia fines de la década del '80 se consolidó una interesante corriente migratoria atraída por la ya incipiente fama del Elqui. Buscadores espirituales, personajes alternativos, profesionales humanistas y ecologistas, jóvenes y mayores aventureros, comienzan a establecerse solos o con sus familias en distintos pueblos de Elqui. Se rearman algunas comunidades y comienzan los "famosos" a poner a Elqui en la ruta del turismo místico. Personajes como J. J. Benítez y José Arguelles lo visitarían después. Roberto Bravo, Jose Donoso, Alberto Fuget, Joakín Bello, Leonor Varela y muchos otros pasean por sus pueblos. El valle se pone de moda. Mochileros, empresarios, originarios y afuerinos; neohippies, artistas y sanadores; temporeros, aventureros, artesanos, agricultores y extranjeros le ponen la cara cosmopolita y diversa, transformándose las pequeñas plazas de Pisco Elqui y Montegrande en el centro de reunión.
La década de los '90 recibirá una variopinta oleada de "afuerinos". para establecerse. Algunos se integran y se quedan hasta hoy. Otros se marchan de regreso después de un tiempo. Lo que no cambia es el creciente flujo de visitantes. Rebalsadas las ciudades costeras de Coquimbo y La Serena, el flujo turístico invade Elqui. Nuevos hoteles y proyectos diversifican la oferta desde modestas cabañas a complejos y restaurantes de primer nivel. El río, el aire, los cielos y el sol son los imanes.
Si bien es la agricultura la que históricamente dio sustento económico al valle del Elqui, son el turismo y los servicios los que han provocado un mayor impacto. Una estrategia exitosa fue haber estimulado el concepto de Turismo Astronómico para masificar el aprovechamiento de sus cielos y noches estrelladas. A partir de la construcción del Observatorio Cerro Mamalluca en Vicuña, con el apoyo técnico del Observatorio Cerro Tololo, se gestó un importante flujo de visitantes que hoy pueden acceder a muchas otras instalaciones privadas que cuentan con este tipo de instalaciones.
Otro elemento importante en la consolidación del valle del Elqui en el imaginario colectivo es la presencia del cultivo de uvas para la elaboración del pisco. Definido el valle como "la cuna del pisco", durante décadas y aún antes de la eclosión de su fama mística, la publicidad realizada, especialmente por la Cooperativa Pisquera Capel, ayudó enormemente a construir una marca de alta valoración que el turismo ha sabido aprovechar.
La defensa del río Cochiguaz
El boom de la uva de exportación transformó el paisaje desde los años '80, de manera simultánea que el turismo. Ambos conviven en este tiempo con una amenaza que llega desde un valle vecino: la Minera El Indio. Ya en los años 90, entre gallos y medianoche, una empresa ligada a esa compañía tramita los derechos de agua y la explotación del río Cochiguaz, quizás el más frágil y bello de todos. La idea era entubar un extenso tramo del río para aprovechar las aguas en la generación eléctrica. El rumor llega a oídos de los nuevos habitantes, más sensibles a las problemáticas ambientales. Se organizan, suman apoyos y movilizan al resto por varios meses. En una manifestación que efectúan durante una visita del Presidente Patricio Aylwin a La Serena, logran que el mandatario manifieste públicamente que vetará el proyecto de entubamiento del río. David nuevamente ha vencido a Goliat. ¿Qué sería hoy del valle de Cochiguáz sin esa movilización?.
Los años 90 fueron también testigos de la llegada del empresario Andrónico Luksic quien compra un fundo ubicado en pleno Pisco Elqui y lo transforma además en su casa de descanso, transformando el lugar, sumando otras tierras que cubren muchas hectáreas con cultivo de uvas. Serán tiempos en que por los pueblos de Elqui se verá transitar habitualmente a ministros, políticos e integrantes de las elites, invitados por el magnate.
Epílogo
Después de casi 40 años el valle ha cambiado. Los transplantados de la década ochentera conviven con los naturales. Claro que en muchos casos la integración es débil, por las diferencias culturales. La cultura más tradicional está representada por los antiguos habitantes de los pueblos y sus descendientes, todos ellos ligados al cultivo de la tierra. El turismo masivo amenaza a ambos grupos. Contaminación, alcohol a destajo, drogas, deterioro paisajístico, "carrete" sin límites y falta de conciencia traen algunos turistas. Otros, sin embargo, aportan respeto, admiración por el paisaje, conexión con el ser interno. Recién por estos años pareciera que se logra un equilibrio entre ambas tendencias.
Por su parte, el alcoholismo y la falta de trabajos estables siguen siendo los problemas endémicos que afectan a los campesinos. El sábado y domingo son los días de los bares y expendios de alcohol llenos, desde donde salen tarde los mareados parroquianos de vuelta a casa, después de haberse gastado parte del poco ingreso obtenido en la semana. Mientras tanto, otros (y principalmente otras) luchan por conservar las pequeñas chacras y extensiones de terreno que les van quedando, cercados por las explotaciones a gran escala, algunas de ellas de monocultivo y excesiva fumigaciones con agroquímicos.
Los pequeños hijos de los "transplantados" hoy ya son adultos. Muchos se criaron en comunidad y heredaron las creencias de sus padres, pioneros en buscar una vida más armónica. Otros, volvieron a emigrar.
Muchos mitos se han tejido en torno al valle de las últimas décadas. Quizás el sustento más verídico de la energía de Elqui esté fundado en las fuertes concentraciones de magnetita y cuarzo que se encuentran en cerros como el Cancana, en Cochihuaz. Si uno llega al valle con apertura y sensibilidad, notará al regreso que algo te ha pasado a nivel de los sutiles campos energéticos, que todavía no sabemos explicar.
Puede ser que esta crónica no sea muy rigurosa históricamente hablando por estar basada en vivencias personales y testimonios orales. Puede ser también que no haya incorporado todos los datos y actores del período. Sin embargo, es un punto de partida para descifrar la actual imagen mística del valle, no investigada aún.
Nota: Este post fue escrito y publicado originalmente en mi antiguo blog - ya desaparecido de Internet- en noviembre de 2009. Desde esa fecha, otros autores a través de diversos artículos, investigaciones y publicaciones, han complementado, ratificado y agregado interesante material al tema. Por tener el valor de haber sido el primero en abordar esta temática lo he republicado en este sitio el 2021 y ha sido actualizado con nuevos datos el 2022.
Mauricio Leandro Bertero H.
Se permite la reproducción por cualquier medio. Se agradece la mención de la fuente. La foto de portada es de Devamani
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